La reducción en los presupuestos nacionales para la investigación científica y el funcionamiento de las universidades públicas, el congelamiento salarial docente, la cancelación de obras de infraestructura y los anuncios sobre un futuro sombrío, han provocado movilizaciones en todo el país de la comunidad científica, docentes y estudiantil. En este caso, me interrogo sobre las posibilidades de éxito de esos reclamos, sus efectos o no en el poder central de Argentina. Lo cierto es que la Universidad pública tiene paralizada las clases y no hay perspectivas de mejoras. Pero todo esto, tiene una conclusión más profunda: la cohesión social en favor de la enseñanza pública. Eso me dejó, lo que vi en La Pampa. Sigue leyendo
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