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EL ATLAS DE VÍCTOR DE MOUSSY. LA CUESTIÓN INDÍGENA (3ª nota)

En 1869 se publicó «Descripción Geográfica y Estadística de la Confederación Argentina”, el primer relevamiento integral de Argentina. Aunque no estaba escrito en sus conclusiones, la obra de Víctor Martín de Moussy le mostró a la oligarquía argentina que tenía un país con un enorme potencial, deshabitado en su mayor parte por el hombre blanco, civilizado y europeo, con grandes extensiones de tierra fértil y productiva en manos de pueblos indígenas. Estos aspectos, fueron los primeros ingredientes de un caldo que alcanzaría su hervor una década después: excluir a los pueblos originarios de la formación del país. La solución final llegó con la Conquista del Desierto y la ocupación del Gran Chaco.   

Atlas.Confederación.Arg-De Moussy

A mediados del siglo XIX, la extensión, características y detalles naturales del actual territorio argentino eran una incógnita. El conocimiento era disperso, parcial y en muchos casos equivocado. Los mejores trabajos se centraron en la zona del litoral atlántico de  la provincia de Buenos Aires y en la cuenca del Plata, con los ríos Paraná y Uruguay incluidos. Tomando la herencia informativa de  la época del Virreinato del Río de la Plata, el diplomático inglés Woodbine  Parish, realizó el primer trabajo estadístico y geográfico de estas tierras. Lo escribió en 1838 y lo publicó en Londres muchos años después con el nombre de  “Buenos Ayres and the Provinces of the Rio de la Plata from their discovery and conquest by the spaniards to the establishment of their political Independence. With sorne account of their present state, trade, debt, etc.; and appendix of historical and statistical documents; and a description of the geology and fossil monsters of the pampas”.  

Pero el trabajo de Víctor Martín de Moussy es el primero que aborda la cuestión de manera científica y sus resultados son valorados hasta nuestros días. La «Descripción Geográfica y Estadística de la confederación Argentina”, publicada en París en 1869 muestra por primera vez al país real. No solo desde el punto de vista geográfico, botánico y zoológico, sino que también le revela  a dirigentes, intelectuales y científicos de la época, la verdadera población que habita el territorio que la naciente república reclama para sí misma. “Nuestras exploraciones comprenden las catorce provincias de la Confederación Argentina, nos han costado cuatro años enteros de viajes. Hemos recorrido el país en todas direcciones, son las declaraciones de Víctor Martín De Moussy, recogidas por la prensa en 1860, al finalizar su recorrido.

Desde el momento de su publicación hasta hoy, se destaca el valor científico en materia geográfica, botánica, geológico, meteorológica y de historia natural. Se ha destacado que la obra permitió mostrar al mundo las enormes riquezas que tenía escondidas el país y los secretos más recónditos del nuevo territorio. Pero antes y ahora, se reparó poco en el “sencillo detalle” de que el registro recogido en la investigación indicaba que esas tierras estaban habitadas por pueblos indígenas, hoy mencionados como pueblos originarios.

En el registro censal de 1778, en el recién creado Virreinato del  Río de la Plata,  se indica que la población era de alrededor de 500.000 habitantes, de los cuales solo 6.000 eran españoles peninsulares. El resto se repartía entre mestizos, negros, indios y extranjeros blancos en muy escasa proporción. Luego no hay registros totales sino parciales de provincias. El primer censo nacional argentino se realizó bajo la presidencia de Domingo Faustino Sarmiento, entre el 15 y el 17 de septiembre de 1869, justo el mismo año en que apareció la obra de Víctor de Moussy. El resultado dice que Argentina tenía una población de 1.877.490 habitantes, en un 80 por ciento instalada en los principales centros urbanos de las provincias de Córdoba, Santa Fe, Buenos Aires y el litoral mesopotámico. Dentro de ese contexto, la provincia de Buenos Aires tiene 495.107 habitantes, entre los cuales se incluye a las 187.346 personas que viven en la ciudad de Buenos Aires. En el decreto de convocatoria e instrucciones para el censo, se deja constancia que no se incluye a la población indígena. Sí en cambio a todos los habitantes discriminados por sexo, edad, nacionalidad, estado civil, instrucción, huérfanos, inválidos, amancebados, etc. Pero no se registra a los indios.

Como se puede deducir con claridad – por la pauta técnica y las cifras obtenidas – se trata de un registro mayormente urbano y blanco. El Atlas elaborado por Víctor de Moussy, en una observación detenida,  retrata que más de la mitad del territorio argentino está ocupado por indios que no figuran en ningún registro. Muchas de esas comunidades étnicas eran desconocidas o se mantenía un contacto circunstancial de algunos habitantes de las fronteras. Habitaban zonas a las que el hombre blanco no había ingresado plenamente o lo hacía con mucha dificultad. De Moussy tuvo grandes dificultades para retratar la zona selvática central del Gran Chaco, no pudo recorrer las actuales zonas limítrofes con Paraguay y dejo sin registro la mayor parte de  la Patagonia. Aun así, con tantas regiones menos del actual territorio, los indios o pueblos originarios ocupaban mucho más tierra que los blancos. Pero en la década de 1880, esa relación se iba a invertir drásticamente. Y para el 1900, el Estado nacional argentino ya había consolidado su dominio territorial, despejando el tema de la propiedad de la tierra que había pasado de manos de los indios a la oligarquía.

Atlas-Confederación-Arg.VictorDeMoussy

La Obra de Víctor de Moussy

La obra de este médico, geógrafo, etnógrafo, fotógrafo, meteorólogo  y naturalista francés, nacido en Brissac, inmediaciones de Angers, Francia, el 26 de junio de 1810, tenía el objetivo de dar una información integral de Argentina. Los destinatarios eran las elites gobernantes y empresarias del primer mundo. Francia, a mediados del siglo XIX, era el centro de difusión y publicación de las principales investigaciones científicas. Al mismo tiempo, el país había producido una buena cantidad de investigadores que recorrían el mundo en busca de nuevos desafíos. De Moussy fue uno de ellos.

Al mismo tiempo, las elites gobernantes de argentinas (unitarias o federales de igual modo) estaban decididas a convocar a científicos europeos para llevar adelante las investigaciones pertinentes, que produjeran información tendiente al desarrollo del país. En ese marco, llegaron científicos de la talla de Aimé Bonpland, quien fue el primer asesor de De Moussy en estas tierras.  Este viajé a Sudamérica en 1841. Pasó un breve tiempo en Río de Janeiro y luego se instaló en Montevideo donde llevó a cabo una importante actividad científica. Fundó la Sociedad de Medicina de Montevideo.

En sucesivos viajes a la Mesopotamia argentina, fue desarrollando un plan que presentó al presidente Justo José de Urquiza. Ese programa tenía el siguiente título: “Bases por las cuales se encarga de hacer un trabajo descriptivo y estadístico general de la República Argentina”. En sus fundamentos se destaca: “(…) todos conocen cuan desconocido es en Europa, sino también en América Meridional misma, el interior de las provincias argentinas, y la necesidad absoluta para su prosperidad de llamar la atención del mundo sobre sus riquezas. Por consecuencia, la publicación dentro de pocos años de un trabajo general, que hiciese un bosquejo geográfico y estadístico de todas las provincias sería de inmensa utilidad. El que suscribe, aunque muy ardua sea semejante tarea, no trepidaría en emprenderla bajo las siguientes condiciones…”. Tales exigencias se dividen en nueve ítems, en donde se destaca que la República Argentina asumirá los gastos de viaje, debiendo pagar un peso por legua recorrida, que se dichos pagos se harán periódicamente, aunque al comienza habrá un anticipo para  los preparativos. También se establece la realización de un viaje a Europa en fecha a convenir por el investigador y que la obra se imprimirá en Francia. El 29 de septiembre de 1855, ante el escribano Pedro Calderón , se firma el acuerdo firmado por De Moussy, el presidente Urquiza y su ministro del Interior, Santiago Derqui.

El viaje abarcó las catorce provincias de entonces y territorios nacionales aledaños. Recorrió 22.000 kilómetros durante cuatro años de investigación. Escribió sobre su aventura: “(…) gracias a la salubridad del clima y a la resistencia de mi organismo pude superar las fatigas de esas largas excursiones que devoraron más de 20.000 kilómetros, para los cuales empleé unas veces buques a vela, diligencias, carros, carretas de bueyes, caballos y mulas”.

Los viajes de exploración se dividieron en cuatro etapas. Visitó la mayoría de fuertes de frontera y las ciudades importantes, registrando todas las posibilidades de sus producciones económicas y agropecuarias. Realizó la toma de altura en 350 puntos de nivelación que abarcaba todo lo ancho del territorio; información que años más tarde permitió analizar las posibilidades productivas de cada región. Y elaboró el catálogo más completo de fauna y flora del país. La obra de De Moussy cumplió con creces los objetivos planteados: difundir en Europa las bondades del suelo argentino, mostrar sus características físicas, geológicas, climáticas y agropecuarias, entre otros aspectos.

En 1859, de acuerdo a lo pactado, De Moussy viajó a Francia. El objeto era imprimir la Decripcion physique, geographique et statistique de la Confederation Argentine, que se editó en tres volúmenes más un atlas con abundantes datos estadísticos y mapas publicados en París entre 1860 y1868 (El Atlas fue reeditado en 1873, con una tirada de 1000 ejemplares).

La obra no se editó en castellano hasta el año 2005. Fue una iniciativa de la Academia Nacional de la Historia, bajo la dirección de Isabel Bosch como traductora. Antes hubo otros intentos en 1959 y 1963, pero quedaron truncos por falta de presupuesto. La obra que se dio a conocer en nuestro país fueron las sucesivas ediciones francesas, impresas por el gobierno argentino. Un hecho demostrativo del poco interés de que la obra científica tuviera una divulgación más amplia que las elites que la habían encargado.

Aunque no está escrito en las conclusiones del trabajo ni se menciona en parte alguna expresamente, la obra de Víctor de Moussy demostró a la oligarquía argentina que tenía un país con un enorme potencial, que en su mayor parte estaba deshabitado por el hombre blanco, civilizado y de origen europeo, que grandes extensiones de tierra fértil y productiva estaban en manos de pueblos indígenas. Estos tres aspectos, fueron los primeros ingredientes de un caldo que alcanzaría su punto de hervor una década después. La decisión de excluir a los pueblos originarios de la formación del nuevo Estado argentino estaba servida. La decisión final llegó con la campaña del general Julio Argentino Roca.

NOTA: 

Veintidós imágenes del atlas pueden consultar en este enlace de un álbum personal de Flickr, “Víctor Martín de Moussy – Description Géographique et Statistique de la Confédération Argentine (1869)”.

La versión completa de la obra la pueden consultar en The Internet Archive, donde está registrada con el nombre de Description géographique et statistique de la Confédération Argentine.

Un pensamiento en “EL ATLAS DE VÍCTOR DE MOUSSY. LA CUESTIÓN INDÍGENA (3ª nota)

  1. Buenas Tardes, me gustaria comunicarme con quien realizó esta investigacion y publicacion, ya que estoy trabajando sobre un territorio cer de la Laguande Mar Chuiquita (desde 30-06-2022) Parque Nacional Ansenuza – es para que ubiquen mi lugar de residencia. Gracias!

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