En síntesis. La cuestión de la deuda griega ha dejado de ser un tema económico para ser un tema estrictamente político. Ya no se discute la deuda, quién y cómo se pagará. El asunto es cómo se someterá al rigor político al gobierno griego. Al margen de los análisis económicos complejos, los debates pueden sintetizarse en dos caminos: a) se suben los impuestos al capital para recaudar fondos; b) se bajan los impuestos y también las prestaciones sociales. Sigue leyendo