Crisis Argentina: CÓMO GANAR DINERO RÁPIDO Y FÁCIL.

Para encontrar las razones de una crisis económica en Argentina, solo hay que retroceder unos años y fijarse en la anterior. Aunque cada crisis es presentada por los analistas y grandes medios como un hecho perverso, azaroso y con múltiples factores, lo cierto es que hay algunos elementos que se mantienen constantes. Uno de ellos es la especulación financiera de los grandes capitales. Otro es la fuga de capitales. Otro es la especulación con la cotización del dólar en relación al precio de los commodities. Otro es la evasión fiscal. Todas variables que LOS MERCADOS  manejan a la perfección, como si fueran sus «inventores».

Un aspecto que parece extraño y se presenta de manera difusa en cada crisis, es el de los protagonistas. Como se sabe, cada situación de emergencia deja damnificados y beneficiados. Ambos grupos se conocen a los pocos días de producido el primer shock. Pero lo realmente difícil, es determinar quiénes fueron los agentes involucrados en la generación de la crisis. Desde hace 50 años (tal vez un poco más) la prensa, los analistas, los gobernantes, los dirigentes políticos y sociales y hasta los legos y pobres de solemnidad, dicen que a las crisis económicas las producen “LOS MERCADOS”. Según la Idea Universal, es porque no tienen confianza en la dirección económica del país, no les gusta el rumbo económico o sienten temor ante el futuro internacional de la economía. También se ha creado una idea extraña, alrededor de la Sensibilidad de estos Mercados. Pero nadie ha sabido explicar en qué consiste esa sensibilidad y respecto “De Qué”  o “A Qué” son sensibles. Solo sabemos que son sensibles cuando se produce una gran hecatombe económica, que deja el tendal en los sectores sociales más desfavorecidos.

Pero todo eso tiene nombre y apellido y no se trata de una cuestión de sensibilidad sino de Avaricia o Voracidad Comercial y Financiera de quienes concentran la parte más grande del poder económico en la sociedad. Cada uno de estos procesos, siempre estuvo acompañado de importantes movimientos bursátiles y financieros de los grandes capitales del país. En la historia de Argentina hay muchísimos casos. Podría decirse que uno cada dos años, con picos de crisis profundas y demoledoras en períodos que van de los 10 a los 14 años.  Basta citar unas pocas fechas: 1962 (Bonos Empréstito 9 de Julio), 1974 (Rodrigazo), 1989 (Hiperinflaciòn) y 2001 (Quiebra del país). En todos esos procesos, los protagonistas han sido los mismos.

Causas y Efectos

Retrocedo hasta junio del año 2014, para rememorar la denuncia penal que hizo la Procelac (Procuraduría de Criminalidad Económica y Lavado de Activos) en el Juzgado Penal Económico N°7, a cargo de Juan Pedro Galván Greenway. Según lo describe el portal oficial www.fiscales.gob.ar, la acusación es contra “los directivos locales de los bancos de Galicia, HSBC, Citibank, BBVA Banco Francés, BNP Paribas y  JP MORGAN Chase Bank, del Banco de la Provincia de Córdoba y de la petrolera Shell, a quienes imputaron de actuar el 23 de enero pasado en «coalición» para realizar «operaciones especulativas en los mercados de cambios de divisas generando una alza de la cotización del dólar con el propósito de provocar la devaluación del tipo de cambio».

Los hechos que se analizan es la corrida cambiaria del 23  de enero de 2014, día que se disparó la cotización del dólar en relación a la cotización de los días previos, y que produjo ganancias exorbitantes para los sprotagonistas. El informe del portal dice:

“Las maniobras, precisó la denuncia, tuvieron «un impacto directo sobre el sistema financiero y, por su intermedio, en la determinación de los precios del resto de la economía», dado el contexto de «no liquidación de la totalidad de la cosecha por parte del sector agropecuario y de fuga de capitales«, dos situaciones que generaron «falta de ingreso de divisas al mercado«.  A ello, se sumaron las «llamativas operaciones realizadas en el mercado minorista por la petrolera Shell y el HSBC por volúmenes y precio de cotización exorbitantes». En aquella jornada, el HSBC concretó tres operaciones de venta de dólares a Shell por más de 4,5 millones de dólares a una cotización de 8,70, cuando el día anterior había cerrado la cotización a 7,12”.

“La Procelac acudió al Informe sobre Bancos de enero de 2014 elaborado por el BCRA para advertir que en ese período las entidades financieras obtuvieron ganancias un 2180 por ciento mayores a las de igual mes de 2013 en el concepto «diferencia de cotización». Ganaron 9737 millones de pesos en enero de este año contra los 427 millones del primer mes del año pasado. Visto desde otro lado, la ganancia de enero de 2014 representa el 87 por ciento de todo el 2013 por el mismo concepto”.

En  negritas, destaco tres causas que menciona la denuncia de los fiscales, que se replican casi al calco en la crisis cambiaria y financiera de estos días de mayo de 2018. Tal vez los protagonistas ahora tengan otros nombres, aunque se sabe que quien inició la corrida fue la banca internacional J.P.Morgan. Es decir, es reincidente de los sucesos de enero de 2014. Pero la operatoria es la misma y en unos meses – cuando se publique la información estadística del Banco Central de la República Argentina (BCRA) – tendremos los nombres de los Operadores en esta crisis. Nombres que no serán difundidos y permanecerán en el anonimato bajo el nombre genérico de LOS MERCADOS.

Esa denuncia que lleva la firma de los fiscales Emilio Guerberoff y Carlos Gonella, tiene algunos argumentos en su fundamento, que merece mencionarse, porque perefectamente explican la situación actual. Por ejemplo:

• La conducta de las entidades financieras de aquél 23 de enero es lo que se denomina una «corrida cambiaria», es decir, “una fuga intensa desde una moneda local hacia una divisa que incluye los comportamientos de manada” o “un exceso de demanda de moneda extranjera, real o aparente, motivada o no motivada”. 

• “una corrida cambiaria sólo puede ser originada por quienes poseen poder económico suficiente para concentrar un mercado”, 

• “en los últimos años, se habrían realizado varias corridas cambiarias que pudieron ser contenidas por la acumulación de reservas que poseía el BCRA». En efecto, citaron seis corridas de entre 2007 y 2011. Y en la situación actual, obligaron al BCRA a desembolsar alrededor de 10.000 millones de dólares en los últimos 30 días. 

• «En el caso que es objeto de esta denuncia se pudo corroborar que las entidades compradoras involucradas en la maniobra son los principales actores del mercado», 

• “esta información refleja de qué manera el mercado de divisas puede ser objeto de manipulaciones o ataques especulativos por actores que detentan un alto poder económico como principales operadores en la compraventa de dólares del mercado”. Recomiendo leer la nota a través del enlace. 

• “los delitos económicos se realizan por personas o instituciones con respetabilidad social, no visualizados como los típicos ‘delincuentes’, y su accionar es a lo sumo considerado como avivadas más que como delitos. En el presente caso, los hechos de manipulación de la divisa mediante una presunta coalición bancaria y empresarial provocaron un daño al bien jurídico orden económico tutelado por el Código Penal”.

Como se puede ver, este relato bien puede caracterizar lo ocurrido en los primeros días de mayo de este año. Pero este tipo de operaciones no surgen de un día para el otro. No tienen la mecánica de lo imprevisto o accidental como se ha pretendido hacernos creer. Todos hemos leído y escuchado las críticas hacia la autoridad monetaria del BCRA, respecto de imprevisión o falta de rapidez  o sobrevaloración de los hechos previos. En este juego no hay inocentes. Las ganancias generadas por la especulación no son un golpe de suerte como en el Casino, aunque se pretenda que los ciudadanos crean  eso. Todo se prepara cautelosamente y luego se elige un día o varios específicos para dar el golpe de gracia.

En  el diario Página 12, el periodista David Cufre explicaba la situación en los meses previos a la Corrida Bancaria. Llas presiones contantes sobre la moneda argentina y las formas en que un grupo privilegiado de poseedores del gran capital, podían aprovecharse de esas variaciones en la cotización del dólar. En la nota titulada “La sartén por el mango”, Cufré escribe:

“En diciembre pasado, por ejemplo, ese segmento de la población atesoró nada menos que 546 millones de dólares. Es un grupo que no supera las 100 personas. A principios de ese mes la divisa costaba 17,60 pesos y cuando terminó había escalado a 18,95. Fueron unos 700 millones de pesos que embolsaron por la diferencia cambiaria en tan solo un mes. El volumen de compra de moneda extranjera de los más ricos había sido de 272 millones de dólares en noviembre, 155 millones en octubre y 223 millones en septiembre solo en billetes, de acuerdo a la discriminación que realiza el Banco Central en su balance cambiario. Es decir que cuando la cotización empezó a trepar, más que duplicaron sus inversiones en divisas, sacando una tajada fabulosa.”

Cifras Apabullantes

• Las Corridas Bancarias y Cambiarias ocurridas entre los años 2007 y 2011 le significaron a la Argentina una sangría de 80.000 millones de dólares del BCRA.

• La fuga de capitales entre 2002 y 2013 registran un promedio de alrededor de 26 millones de dólares. Destacándose que entre los años 2011 a 2013, ese promedio asciende a más de 41 millones.

• En el año 2015, cuando existía el control de cambio y giros al exterior, que todos conocen como Cepo Cambiario, se fugaron del país casi 8.000 millones de dólares. Según el informe del INDEC de enero de 2016, el país pasó de tener un déficit en la cuenta corriente -que refleja el flujo de entrada y salida de divisas- de US$ 8075 millones en 2014 a US$ 15.934 millones durante el año pasado.

• En el año 2012, Argentina pagó 6.000 millones de dólares por  el 51 de la petrolera de bandera YPF, una de las mayores del Cono Sur americano junto a Petrobras. Esa cifra es apenas un vuelto al lado de lo que se fuga al exterior en situaciones normales.

• Según el INDEC (Instituto Nacional de Estadística y Censo) en el 2017, Argentina registró un déficit en su balanza comercial de 8.471 millones de dólares. En solo quince días de mayo, el BCRA debió liquidar 10.000 millones que partieron al exterior.

• El informe cambiario del año 2017, difundido por el propio BCRA, indica que la salida de capitales al exterior fue de 22.100 millones de dólares. A esto hay que sumarle el déficit de la balanza comercial y agregarle 10.600 millones más en concepto de turismo al exterior.

No hace falta agregar mucho más para comprender que el sistema económico argentino permite ciertas libertades y ligereza que lo vuelven inviable bajo determinadas circunstancias. La crisis actual no es definitiva, sino uno de los capítulos de una novela negra que se empieza a escribir con la incorporación del FMI.

Como nota final quiero decir que la causa que se cita en esta nota, apenas ha logrado algunos avances en estos 4 años y nadie está en condiciones de afirmar que alguien pueda ser juzgado. Lo más probable, según la tradición de los tribunales económicos argentinos, es que la causa prescriba por el paso del tiempo.

 

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